La fábrica de vidrio al final del mundo

Si, ahora el valle de Toscar (municipio de Alfara de Carles), de salvaje naturaleza mediterránea, lleno de barrancos y fuentes de agua y enmarcado por los montes dels Ports, parece estar en los confines del mundo. No así en los siglos XVIII y XIX porque entonces fue un interesante enclave industrial. No obstante, ya con anterioridad, en este lugar la presencia humana era continua, sobre todo de campesinos o leñadores; ademas, subiendo los montes por aquí pasaba un camino ancestral hacia los pueblos del bajo Aragón. Relacionado con el camino al que controlaba, había otro foco de vida asentado sobre un promontorio en el medio del valle: allí se encontraba el castillo alto medieval de Carles, rodeado de un poblado, hoy todo en ruinas, excepto la ermita románica de Sant Julià.